sábado, 25 de febrero de 2012

Ribeyro, la voz del mudo

Cuando se habla de Julio Ramón Ribeyro son dos espacios de su vida que producen gran admiración para quien este dispuesto a conocerlos a profundidad: Julio Ramón Ribeyro, el cuentista, Julio Ramón Ribeyro, el hombre.
Julio Ramón Ribeyro Zuñiga nace el 31 de agosto de 1929 en Lima e ingresa a la Pontificie Universidad Católica del Perú para seguir la carrera de Derecho en 1946. En sus años universitarios y a partir de 1949 publica cuentos, entre ellos “la encrucijada”, en revistas y suplementos culturales como El Dominical de El Comercio. Ya en abril de 1950 el futuro premio Juan Rulfo sentía un desapego por la carrera de Derecho y se veía cada vez más inclinado por el mundo de la literatura, hecho que se ve reflejado en la recolección de sus diarios personales “La Tentación del Fracaso” que posteriormente publicaría en 1987 . Los pensamientos más vagos e introspectivos así como los acontecimientos trascendentales de su vida están presentes en dicha obra, incluso su afición por el cuento, el género literario que lo definiría como escritor es mencionado en el siguiente pasaje “yo veo y siento la realidad en forma de cuento y sólo puedo expresarme de esa forma”. A pesar de ello, las obligaciones con la que se suponía sería su profesión le forzaban en muchas ocasiones a desentenderse de la actividad literaria y decide, como muchos de sus personajes, dejarle su suerte al destino esperando pacientemente con un cigarro en la mano una oportunidad que le permitiera hallar la solución a su propia encrucijada.

jueves, 23 de febrero de 2012

Manuel Scorza Torre: ¿Literatura marginada?

Sin duda, la vida de este dignisimo escritor se compara tanto a su obra, pudiendo plasmarla y llenarla de sus ideales, sus pensamientos mas profundos de la agobiantge realidadmque durantebsu vida en la sierra central peruana impregnaron para siempre.
Sin embargo, fue dentro de estas viscisitudes terrenales donde el poeta, como un gran "mago" encontro la verdadera belleza que abordaron principalmente sus obras; y convierte el dolor, la miseria y el hambre en artifices de una nueva esperanza de cambio. En luminosas luciernagas que nos guian los caminos frondosos.

martes, 21 de febrero de 2012

Luis Loayza: La narrativa peruana en su cénit


Es casi siempre necesaria una referencia a nuestro único Premio Nobel (que es por el que casi todos le conocen, presumiblemente) y la revista Literatura editada en años de mocedad universitaria, para dar cuenta del eterno borgiano de Petit Thouars. Escribir de este conspicuo prosista es un necesario acto de justicia. ¿Es qué acaso conocías mención alguna sobre Luis Loayza, tú, joven lector, salvo por las hasta cierto punto vagas referencias de la biografía de Mario Vargas Llosa?

El genio en cuestión perteneció a la Generación del 50, aquella pléyade de  hombres donde poetas cuyo ideal incesante de justicia y libertad fáctica, se sumó a su intensa avidez de naturaleza revolucionaria; lograron forjarse como los baluartes de un movimiento dónde predominó el compromiso social sobre la  los valores estéticos en el diseño de una ficción. Su resultado fue la concretización de una admirable escuela que estuvo a la altura de una corriente Hispanoamericana capital; de la que diríamos, sin un ápice de vacilación, ha sido de lo mejor que nos ha otorgado el arte ecuménico. En el caso de la narrativa, la búsqueda de la identidad en la Urbe, dado el incremento de migrantes y pueblos jóvenes, y la aparición de aquel personaje predilecto por los cuentistas de esta corriente: el ser marginado, una secuela del movimiento realista decimonónico que fue el cimento de los las grandes proezas literarias del siglo XX. Sus temas contenían una fuerte influencia del existencialismo de Sartre y Camus, del primero esencialmente sus bríos de rebeldía materialista; además de las técnicas utilizadas por egregios autores occidentales tales como Joyce o Faulkner, como complemento perfecto para aquello que osaban representar.

domingo, 12 de febrero de 2012

De Lima a París, y viceversa

Por Manuel Vera

Sebastián Salazar Bondy no se limitó a sus escritos. El inmenso cariño que expresaron los cientos de miles de peruanos cuando le lloraron el día de su entierro se debió a su continuo contacto con la sociedad. Más que dramaturgo, poeta, periodista, ensayista, descontento de la realidad de sus contemporáneos, decidió crear no solo literatura sino también contribuir al enriquecimiento y difusión de esta. Quiso traer París a Lima en un contexto donde Lima se dirigía a París. 

BLANCA VARELA: POETA ETERNA

Por: Victoria Solís
(Ensayo también disponible en PDF)

A pocos meses de cumplirse tres años de su mortal partida, Blanca Varela sigue presente en el panorama intelectual de nuestro país, perennizada por su formidable obra poética, la cual continúa trascendiendo fronteras maravillando a gran cantidad de lectores, sirviendo como baluarte e inspiración a las nuevas generaciones de jóvenes poetas y siendo objeto de numerosos estudios literarios que buscan profundizar en el análisis de una de las voces más importantes de la poesía hispanoamericana de los últimos tiempos. He aquí una mirada a su vida y obra.